En los 14 años que lleva pintando en la calle, Paulo Ito no había creado nunca una obra que alcanzara la popularidad masiva de esta. Desde que en mayo lo creó, fotografió y colgó en su página de Flickr, el mural se ha hizo viral y se ha erigido como un símbolo de las protestas contra el despilfarro del Mundial de fútbol.